8 estilos de liderazgo femenino (3ª parte)
Para finalizar este ciclo dedicado a ocho estilos de liderazgo femenino, me ha parecido interesante hacer referencia al poder femenino que forjó a las mujeres de hoy, si bien la historia de las actuales líderes femeninas es bastante impresionante, estas tres siguientes muestran que, incluso en los siglos y décadas pasadas, hubo una fuerte presencia femenina que condujo principalmente a países ya que en las empresas la presencia de la mujer no era común en aquellos momentos, al menos en otro lugar que no fuese la cadena de fabricación o en el nivel administrativo.
Margaret Thatcher
Fue la primera mujer primer ministro de Gran Bretaña y asumió el cargo en 1979. No asumió el papel a la ligera, obtuvo el apodo de “Dama de Hierro” y cumplió tres mandatos hasta 1990. Sus mandatos fueron puestos a prueba a menudo con la caída del comunismo, las protestas a sus políticas conservadoras que se alejaron del estado de bienestar y redujeron la participación sindical, y un ataque con bomba del IRA destinado a ella.
Fue su padre quien le animó para que se dedicase a la política en el partido conservador. De de clase trabajadora, su formación y educación transcurrió en la escuela pública. A lo largo de su larga carrera en la política, causó una gran controversia con fuertes opiniones que invocaban odio o profunda admiración hacia ella. Incluso después de que abandonó su rol de liderazgo y después de su muerte, las políticas y acciones de Margaret todavía se debaten y se estudian, así como también se comparan por su capacidad de representar cambios significativos en el Reino Unido.
Golda Meir
Fue la primera mujer primer ministro de Israel que nació en Kiev, Rusia, y creció en Milwaukee, Wisconsin, pero más tarde se estableció en Palestina para luchar por la condición de Estado israelí. Antes de ser primera ministra, sirvió en varios puestos en el gobierno israelí.
Al igual que Margaret Thatcher, Golda era la Dama de Hierro de la política israelí, ya que una vez la describió como “el único hombre en el gabinete” debido a su fuerte personalidad, franqueza honesta y enfoque único para servir al pueblo israelí. Una vez dijo: “Hay un tipo de mujer que no permite que su marido reduzca sus horizontes”, y Golda era esa mujer. Desafortunadamente, su enfoque en la política condujo al fracaso de su matrimonio, volcando más su tiempo en el servicio público porque consideraba que esa era la relación más importante para su energía y talento.
La Reina Victoria de Inglaterra
No solo lideró el Reino Unido, sino que también supervisó todo el Imperio Británico colonial, que abarcó seis continentes desde el año 1837 al 1901. Forzó los límites para ver cuán lejos llegaría su autoridad incluso frente al Parlamento, que se suponía que debía ejercer el verdadero poder.
La reina Victoria fue tan influyente que un período completo de la historia (la época victoriana) recibió su nombre debido a su fuerte participación en actividades religiosas y sociales, moda y política. También fue una gran defensora de lo social e impulsó muchas reformas, incluida la abolición de la esclavitud y el establecimiento de una jornada de trabajo más razonable. La Reina Victoria era inteligente, y fuerte, y proporcionó un gran modelo para las mujeres en su época e incluso ahora, siglos después.
Si bien cada una de estas ocho mujeres reseñadas en esta serie de tres publicaciones sobre liderazgo femenino son y fueron personas distintas en términos de sus experiencias de vida y estilos de liderazgo, hay algunos rasgos de personalidad comunes que sobresalen. Ninguna de ellas están ni estuvieron dispuestas a rendirse, son y fueron apasionadas y entregadas a su vocación, y avanzaron incluso frente a los desafíos y a las críticas.
También mostraron su lado enriquecedor escuchando y defendiendo el cambio social. Su capacidad para mantener la calma bajo presión, ejecutar estrategias y administrar modelos de negocios complejos y países, simplemente demuestra que el liderazgo femenino es un modo diferente y altamente eficiente de dirigir.